Cafe para dos / Ethan

-Ammm...

Esa mirada felina me estaba poniendo malo...cada vez peor...

-¿Y que se sentía? ¿Mejor que con un hombre?-le dije retador mirandola más de cerca.

Aquellos labios tan sensuales y carnosos...dios... no paraba de tentarme, toda ella, todos sus actos...

Me serené un poco y la miré intensamente.
-Am...ya me había asustado y pensaba que ibas a herir mi ego masculino-musité acerca de sus palabras- Pero esa respuesta me ha gustado.

La imité y me apuré el café de un solo trago quemándome un poco la garganta...pero nada grave.

Vaya... parece que no era tan santita como parecía con aquellos ojitos celestes...mejor.
-Bueno...no sabrían darte lo que necesitabas-contesté simplemente haciendo que mi mente volviera a imaginarse el encuentro de Gaia con esa otra chica...ay señor...esto era muy malo para mi y mis hormonas.

-Yo de momento no creo que vaya a probar nada con otro chico...no me apetece saber que se siente tampoco-lo solté con toda sinceridad.

-Mister..ego...
Al verla tan cerca de mi susurrándome esas palabras creo que entré el shock o algo parecido. Que forma de torturarme tenían las mujeres...lo mejor es que no me resistía.

-No es ego...es solo caracter.Soy así y me muestro tal cual.

Tenía sus labios a pocos centímetros de los míos y podía oler aquel aroma a flores, fresco, húmedo de la lluvia...
No creo que me resistiera mucho más...y mira que trataba de acerlo, quien sabe, muchas se lo toman de mala manera joder...

Acabé inclinándome unos leves milimetros casi rozando sus labios y...lo sabía, se alejó de nuevo para ir a por el humeante café.

Me recosté contra el asiento tapizado de cuero y reí. Aquella afirmación había sido bastante directa.
-¿Acaso quieres comprobarlo tu misma?-la reté con la mirada jugando con la cucharilla dentro del café.

Con una media sonrisa llena de egocentrismo y prepotencia asentí.
-¿Acaso piensas que esta conversación tenía algo de broma? Ethan Fox siempre habla muy enserio Gaia...

Sí eso es lo que quería yo no tendría ningún inconveniente para demostrarle lo que sabía hacer.

Me incliné sobre la mesa susurrándole al oído.
-Puede que llegues a superar lo que sentiste con aquella chica...-dije socarronamente.

Todo mi cuerpo tembló al leve toque de su lengua sobre mi oído. Aquello fue como la confirmación de nuestras indirectas no tan directas.

-Pues veamos si logro saciar tu curiosidad-musité rozando sus labios con los míos al apartarme y levantarme para pagar la cuenta.

Una vez resuelto la miré desde la barra y luego miré fuera, a mi coche y la eterna lluvia.

Al ver que se levantaba fui hacia la puerta y la abrí para la bella dama aguardando y lo mismo con el coche.

Dentro se estaba algo frío, por lo que nada más arrancar el potente motor puse la calefacción a tope y la miré.
-Usted dirá...-dije pisando el acelerador sin soltar el embrague haciendo que mi pequeña bestia parda gruñera furiosa queriendo arrancar de una vez.

-Perfecto...
Arranqué y salí directo rumbo a la residencia...veamos si lo que decía Gaia era verdad y era aquella fiera salvaje que ocultaba tras su apariencia de niña buena...esas eran las más zorras luego y lo sabía muy bien.